Es inútil batallar,
tratar de ser valiente,
insistir, hacerse el duro,
el fuerte por retenerte.
Vuela libre deja que el viento te acaricie,
fluye como manantial,
alcanza el caudal del río
y llega hasta el mar.
Conviértete en riego fecundo del valle y la ladera,
dale descanso a mi alma que ya no tiene fuerza,
no hay ilusiones ni esperanzas,
un día marcharon detrás de su sueño más anhelado,
amado y esperado,
está cansada y no espera nada ya…
Brota, sin miedo,
qué importa lo que digan o piensen,
deslízate suavemente…
mi lágrima azul…
¡No...no soy tan fuerte!
Autora: María Jiménez Va
Muchas gracias María, por dejarme publicar tu poesía en mi blog. Seguramente no será la única que me guste, ni la última que publique, siempre con tu permiso claro. Un saludo!
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